Desde las calles empedradas del Centro Histórico, Patrimonio Cultural de la Humanidad, hasta las modernas terrazas de La Floresta y los paisajes naturales de la ruralidad, Quito huele a tradición, modernidad y potencia turística, pero también a especias, maíz tostado, y a ese cacao fino de aroma que empieza a dominar las mesas familiares y los paladares más exigentes.
Recorrer la gastronomía quiteña, se siente como visitar sus calles y lugares, una experiencia única y de calidad. Es como viajar por un mapa de sabores donde cada plato cuenta una historia. Los viejos fogones de la abuela conviven con las cocinas experimentales de jóvenes chefs que apuestan por lo local con orgullo, creatividad e innovación.
Entrar a Nuema, por ejemplo, es sentirse en un santuario donde la tradición se reinventa con técnica y arte. Allí, Pía Salazar, reconocida como la mejor chef pastelera de América Latina, transforma ingredientes ancestrales en postres que son poesía para el paladar, no es al azar que su restaurante este entre los 100 mejores de los 50 best. No muy lejos, Tributo recupera la “vaca vieja andina” con una pasión que se siente en cada bocado.
No es casualidad que Quito se esté colando en las listas más prestigiosas del mundo. Zero Lab, Casa Gangotena entre otros, que además de cumplir con altos estandarés de calidad culinaria aportan al desarrollo de la ciudad y tienen Distintivo Q, poniendo a la capital ecuatoriana en la vitrina internacional.
Razones por las cuales turistas locales, nacionales e internacionales hacen una parada en la ciudad más linda del mundo y el chef francés Guillaume Gómez, embajador gastronómico de Francia, aterrizará pronto en la capital. Su visita es parte de una diplomacia culinaria que busca estrechar lazos y compartir saberes y potencialmente podría abrir nuevas puertas para que la riqueza gastronómica sea conocida en el mundo, sin dejar de lado la ala posibilidad de que Quito este en el radar de diferentes marcas gastronómicas de primer nivel, como son los premios ESTRELLAS MICHELIN, premios LA LISTE, y premios GAULT ET MILLAU.
En Quito, la gastronomía no es solo comida. Es identidad en la diversidad y un puente entre las culturas que viven en la capital productiva del país.