Quito, 28 de mayo de 2025 – La Semana Santa en las parroquias rurales de Quito es una manifestación de espiritualidad y sincretismo cultural. Estas celebraciones combinan las tradiciones católicas con elementos ancestrales, ofreciendo a propios y visitantes una experiencia única de herencia cultural.
Parroquias rurales como La Merced, Alangasí y Puéllaro destacan por la importancia de sus eventos durante la Semana Santa, entre los que sobresalen la Procesión de los Diablos de Alangasí y La Merced y la Procesión de las Andas en Puéllaro, manifestaciones de la fe y la ritualidad.
El Viernes Santo, 18 de abril, en Alangasí, se llevará a cabo la emblemática Procesión del Cuadro Vivo, que representa la pasión y muerte de Jesús a partir de las 11:00. A través de una dramatización intensa y realista, los fieles revivirán el viacrucis de Cristo. Posteriormente, desde las 13:00 hasta las 15:00, tendrá lugar el Sermón de las Siete Palabras y la entrada de los diablos a la iglesia, simbolizando el dominio del mal tras la muerte de Cristo. A las 19:00 se realizará la ceremonia del descendimiento de Jesús, culminando con la Procesión de Penitencia desde las 20:00 hasta la medianoche.
El sábado 19 de abril, en Alangasí, a las 18:00, la Bendición del Fuego encenderá la llama sagrada y se realizará la ceremonia de Resurrección, marcada por una nueva entrada de los diablos a la iglesia. A las 20:00, la tradicional “humeada” reunirá a los diablos en el parque central en una representación simbólica. En la Iglesia de la parroquia, el Domingo de Resurrección, 20 de abril, tendrá lugar la Misa Pontifical de la Resurrección a las 18:00, la celebración central de la Pascua Florida.
Otra de las celebraciones emblemáticas de la ruralidad es la Procesión de las Andas en Puéllaro, el martes 15 de abril a las 19:00. Figuras de los doce apóstoles, son llevadas en andas en los hombros de los asistentes mientras se representan pasajes bíblicos como la Oración en el Huerto y la Corona de Espinas.
Estas festividades invitan a la reflexión y al reconocimiento de la riqueza espiritual y cultural de la ruralidad quiteña. Se espera la participación masiva de fieles y turistas que buscan vivir una experiencia de fe y tradición.